Domingo 30 de noviembre: comienza el tiempo de Adviento, un nuevo Año litúrgico. En este caso, el llamado ciclo litúrgico “B”Con este domingo 30 de noviembre, abrimos tiempo y camino nuevos. Estrenamos, ahora mismo, un año litúrgico; estrenamos el ciclo litúrgico que llamamos “B”. Todo con este Domingo I de Adviento.Como todo lo nuevo y por estrenar, también este comienzo o arranque del nuevo año litúrgico o cristiano nos invita a acogerlo con muchas ganas y con ilusión grande. Nos invita a acogerlo con mucha esperanza. Lo nuevo, como bien sabemos, invita a lo nuevo. El camino nuevo invita a la vida nueva.Las voces y los ecos de la Iglesia, que no son sino las voces y los ecos del Señor mismo, invitan a ponerse en pie y a caminar: “Levántate, Jerusalén. Despierta, vístete de poder...”, nos grita el profeta. Nos invitan a ponernos en camino con ganas y con ilusión, a emprender tareas y compromisos con decisión fresca y renovada.Nuestra condición humana, marcada por la limitación y la fragilidad, experimenta con mucha frecuencia cansancios y fatigas, pequeños o grandes fallos o fracasos, golpes en el cuerpo y también en el alma. Todo eso hunde y marca, todo eso quita frescura e ilusión en la vida...Hacen falta momentos y situaciones en que todo se reponga y todo se renueve. Hacen falta, en la vida, momentos y motivos para empezar de nuevo. De otra forma, quedaríamos como asfixiados o muertos. Este momento y circunstancia, la llegada del Adviento, como tiempo de preparación para el encuentro con el Señor, pueden ser el momento y la circunstancia oportunos.Así lo queremos acoger: como tiempo de gracia y de renovación; como tiempo para renovarnos y renovar nuestros ambientes; como tiempo nuevo y tiempo de esperanza.
Pedro Moreno MagroDirector de El Eco de Sigüenza-Guadalajara
extraído: Eclessia Digital

OS ANUNCIAMOS EL GOZO DE ADVIENTO
CON LA PRIMERA LLAMA ARDIENDO;
SE ACERCA YA EL TIEMPO DE LA SALVACIÓN
ABRE LAS PUERTAS DE TU CORAZÓN