Jesús respondió al diablo:
"Está escrito, no sólo de pan vive el hombre" (…)
"Adorarás al Señor tu Dios y sólo a Él darás culto" (…)
"No tentarás al Señor, tu Dios"
Lc 4, 1- 13
Puede que alguien diga: ‘¡A veces, es tan fuerte la tentación!’ Ciertamente. Se ha de ser valiente para afrontar la realidad de la vida y saber decir “no”. Mas para decir no al tentador, no olvidemos lo que dice el comienzo de este evangelio: “El Espíritu fue llevando a Jesús por el desierto.” Vencer las tentaciones supone abrirnos a la acción del Espíritu, dejarnos guiar por él. Si es el Espíritu el que nos conduce, estaremos en el camino de la Pascua que inaugura la cuaresma, en el camino de Cristo, el vencedor de las tentaciones.
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