
¿IGLESIA CATÓLICA REFORMADA DE VENEZUELA?
NUEVA SECTA
Si hay algo que une a la mayoría de las sectas y grupos religiosos es el odio y el ataque a la Iglesia Católica. Es todavía, y con mucho, la religión mayoritaria y, por tanto, el enemigo a batir. Este odio provoca situaciones de tensión entre partidarios de diversos credos e incluso entre miembros de la misma familia. La secta es un ‘sector-división’; divide el demonio, separando las partes, siembra discordias, odio. ¿Qué es lo que más odian las sectas?:
La Iglesia fundada por Jesucristo hace dos mil años
‘Una, Santa, Católica y Apostólica’
‘Donde no hay Dios, despunta el infierno, y el infierno persiste sencillamente a través de la ausencia de Dios’.
-J. Ratzinger-
A continuación presentamos:CIRCOICARVEN
Para conocer un poco más de este disparete POLÍTICO disfrazado en movimiento "religioso" a continuación te envio textualmente el significado de la pagina oficial de esa parodia hecha sectaFuente:
¿Quienes Somos?
Somos un grupo de sacerdotes de confesión católica Romana y católica Luterana, Teólogos y con otras profesiones, quienes nos hemos puesto de acuerdo para aceptar el reto de establecer en nuestra patria una Iglesia Católica Reformada, pero no monárquica, sino más bien, inclusiva, participativa y con un fuerte espíritu Bolivariano, que reconoce que Jesucristo como Señor de la historia está presente en el proceso revolucionario que está suscitándose en Venezuela y que el pueblo debe conocer que si hay una Iglesia identificada con los mas pobres, con la liberación de los oprimidos y que es Católica y Cristiana con verdadera Apostolicidad e historicidad.
En los próximos días seran consagrados los tres primeros Obispos para Venezuela por el Arzobispo Leonardo Marín Saavedra.
Esta Iglesia naciente se expandirá por toda Venezuela. Actualmente existen muchos contactos con sacerdotes en toda Venezuela y ministros religiosos que apoyaran e ingresarán a este esfuerzo eclesial y ademas, se identifican con una pastoral con los mas pobres. Ponemos nuestros modestos conocimientos teológicos, con nuestras válidas órdenes sacerdotales, nuestras Parroquias, misiones, comunidades religiosas, y con nuestro inmenso deseo de servir a nuestro pueblo en la tarea de procurar su liberación de las antiguas cadenas de opresión, ignorancia y miseria que ya, gracias a un importante proceso histórico, están comenzando a aflojarse y romperse.
Como dijo Cristo: “La cosecha es mucha, los obreros pocos, rueguen al Señor de la cosecha que envié trabajadores a su viña”. Estamos dispuestos de todo corazón, envíanos a nosotros, de la mano con todos aquellos que hayan despertado a los profundos cambios estructurales que atraviesa Latinoamérica entera. Por Cristo, por Venezuela, por Latinoamérica, por otra Iglesia y por otro mundo que es posible. ¡Dios nos asista!
¡Que la Paz de Cristo y el Amor de Maria reinen en su corazónes!
¿Por qué se crea ésta Iglesia?
Respuestas claras y determinantes:
1.- Por la necesidad urgente de recibir en nuestro seno a millones de personas que no se identifican con una jerarquía eclesiástica monárquica y burguesa y que anhelan a aquella Iglesia horizontal democrática, pobre de espíritu, comunitaria y participativa.
2.- Por la necesidad de dar repuesta a las interrogantes de miles de venezolanos que debido a la falta de atención pastoral adecuada permanecen en la ignorancia y desconocimiento de importantes verdades espirituales que como dice las Sagradas Escrituras son las que pueden hacerles libres.
3.- Por la necesidad de proclamar un mensaje de igualdad social, de igualdad de oportunidades, de rechazo a toda clase de racismo, discriminación, xenofobia, y que proclame el amor al prójimo como el principal de los mandamientos de la Ley de Dios.
4.- Por la necesidad de una Iglesia que se aboque al trabajo a favor de aquellos que generalmente han sido apartados a causa de sus defectos, discapacidades o carencias tales como: Minusválidos, personas especiales, adultos mayores en situación de abandono, huérfanos, etc. extendiéndole la mano a todos los programas sociales.
5.- Por la necesidad de implantar sobre nuestra patria el Reino de Dios y su justicia mediante la ejecución de propuestas y proyectos centrados en la creación del hombre nuevo formado para la esperanza, para el sentir comunitario, para la renuncia al materialismo y para el rechazo a toda clase de individualismo egoísta.
6.- Por la necesidad de una Iglesia encarnada en los problemas del pueblo, que predica la salvación eterna pero se involucra en los problemas reales de nuestro mundo denunciando si el pecado que pone a muchos en la miseria pero proclamando la esperanza de una sociedad mas justa y mas humana.
7.- Por la necesidad de una Iglesia que precise su opción preferencial por los pobres asumida voluntariamente y por amor para testificar el mal que ella representa y la libertad espiritual frente a los bienes, siguiendo el ejemplo de Cristo que “Siendo rico se hizo pobre, para compartir con los pobres su amor y salvarnos.
8.- Por la necesidad de una Iglesia ecologista donde parte importante de su ministerio se dedique al cuidado y protección del ambiente, contemplando a la tierra y sus habitantes como un regalo de Dios y asumiendo su responsabilidad de mantener la armonía de la naturaleza.
En conclusión esta Iglesia se establece para insertarse en el corazón de un pueblo que anhela la manifestación de una comunión cristiana que sepa sentir como suyo todo lo humano y quiera encarnar el amor, la esperanza, la angustia de todos los que sufren y gozan. Una Iglesia que sea Cristo amado y esperado, el Enmanuel que traducido es Dios aquí y con Nosotros.
"SI ALGUNO LES ANUNCIA UN EVANGELIO DISTINTO DEL QUE HAN RECIBIDO, ¡CAIGA SOBRE ÉL LA MALDICIÓN!"
(Ga 1,9)

LOS PRIMEROS PAYASOS EN SERVIR EN ESTE CIRCO SON:
P. Enrique Albornoz (Obispo Electo Ordinario); P. Jon Jen Sin (Obispo Electo Coadjutor); y P. Alexis Bertis (Obispo Electo Sufraganeo)
Fuente:
«Los que no quieren ser vencidos por la verdad, son vencidos por el error»
San Agustín
Las sectas distorsionan, desfiguran, deforman, cambian, retuercen la Biblia.
«Es indispensable no perder jamás de vista el objetivo común, es decir, la entrega a Cristo y a su obra de salvación»
-Benedicto XVI-