
Recordemos que el amor es una energía que fluye en nuestro mundo y su alcance es inmenso debido a su ubicuidad, lo que quiere decir que entre los pasillos más estrechos de nuestro mundo, el amor fluye como un gran torrente, en este caso con tres corrientes: una sobre la amistad, una de los que se unen intimamente y que tiene su máxima expresión en el matrimonio, y luego una corriente que nos inunda del amor de Dios; en otras palabras las tres formas del amor: FILEO, EROS, AGAPEO.
y cabe decir que ningún estado de vida (solteros, casados, consagrados) está excluido de ser conducido por esta sublime energía de tres facetas bien compenetradas.
Así que por más que algunos le quieran "dar un vino drogado" al EROS y así matarlo, pues se equivocan porque de esa forma estarían matando al amor en su totalidad, al amor no se le mata, ni se le esconde, al contrario: se le canaliza y se purifica.
Voy con un ejemplo, muy triste, la mayoría de los sacerdotes que dejan el ministerio, lo hacen generalmente por una causa, el sexo. Así le den muchas vueltas al caso siempre encontramos que la razón primordial es que anotaron un "gol" y después se convirtieron en goleadores y de ese equipo jamás se puedieron retirar. Razón: nunca canalizaron una energía que nos la sirvió Dios mismo y que para ser muy sincero, hay que acercárcele de manera humilde, como Teilhard de Chardin que nos dijo: "al amor le pedimos dos cosas, o que nos ayude o que no nos haga daño"
by: Jesús Alfonso Morales
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